¡Ecuatorianos de 1983 al 2006!
25/06/2015
¡Ecuatorianos de 1983 al 2006!
Hace 15 años atrás, recuerdo que
los hijos y dueños de la política llevaban el apellido Saadi, Bucaran, Noboa,
Isaías, Pinargote, Lapenti, Alvarado, Lasso, Febres Cordero, Tamariz, entre
otros.
Tenía 17 años, y el despertar de
una conciencia política al frente del caos gubernamental me llamaba la
atención. Presidentes iban, presidentes venían. Recuerdo que mis familiares
adultos poco opinaban, a los provincianos nos daba lo mismo el destino del país,
tanto así que se infundía el mito de que las únicas personas con derechos a gobernar
el país eran los quiteños. El resto de ciudadanos éramos una suerte de mal
necesario, solo útil para el voto obligatorio.
Cada quien se aferraba a Dios
como sinónimo de esperanza, dado que Ecuador es un país creyente
católico/evangélico. Gracias a la falta
de gobernabilidad, muchos falsos creaban iglesias y entregaban esa protección que
el estado había concesionado. En la misma línea de la doctrina, los religiosos
de forma consciente e inconsciente cumplían el plan de perpetuar la ignorancia
y la pobreza con la bandera de la humildad.
En la búsqueda de la felicidad, la
selección de Ecuador en su gran hazaña de clasificar al mundial Corea-Japón el
7 de noviembre del 2001 nos entregó minutos efímeros de alegría. Recuerdo que el
país era uno solo y la emoción que sentí en ese momento era inexplicable.
Patriotismo Anhelado.
Volviendo a la realidad, en
Ecuador no había gobernabilidad, ni orden, ni protección, ni esperanza, ni dinero,
ni patriotismo, ni identidad; nada. Perdón excepto confort. Recuerdo que en la
escuela mi profesor Galo Recalde nos decía en la clase de historia: “Todo lo que
tenemos puesto le pertenece a USA, nada es tuyo, por culpa de la deuda externa.”
Continuando con la historia… el
ladrón hacía su vida y era feliz en su ley, el asesino impune con mujeres,
niños y ancianos, y a nadie le importaba.
Los violadores encontraban su ley en las cárceles, los políticos
atracaban el país encontrando el perdón en las iglesias, los millonarios encontraban
la vergüenza en su gente. Fuimos reyes de la desigualdad, pobreza, inequidad,
corrupción, entre 1985 y 2005.
El confort en el cual se vivía en
ese momento era el mejor del mundo, nadie te jodía por pagar los impuestos; era
un arte la evasión. Nadie te jodía por coimear al registro civil, comisión de
tránsito o policías, nadie te jodía por tirar basura a la calle, nadie te jodía
después de un secuestro; pagabas la multa y listo. Nadie te jodía por estafar;
el sicario resolvía el problema. Nadie le decía a los especuladores eso está
mal; puesto que tenían apellido de buen estrato social. A ninguna cooperativa
multaban por asesinar a 40 personas en un accidente de bus por exceso de
velocidad, a nadie jodían por viajar a 160 km por hora, es decir, el CONFORT de
vivir sin que te jodan. ¡Era vida!
El ciudadano ecuatoriano que
nació y creció los últimos 30 años en Ecuador, sabe que esto era parte de la
cultura del país. Cambiar estos HABITOS DE CONFORT, no es tan popular.
“Me enseñaron coimear para sobrevivir”, es lo que nos dejó la gobernabilidad irresponsable.
“Me enseñaron coimear para sobrevivir”, es lo que nos dejó la gobernabilidad irresponsable.
Por esta razón es comprensible entender que el modelo de ciudadano que hoy saca la voz, le cueste encajar en la sociedad que hoy se construye.
Ahora bien, en este nuevo tiempo todos
se van a incomodar hasta que haya un nuevo orden. El ex Presidente uruguayo
Pepe Mujica se lanzó una frase que hoy me hace sentido “El poder no cambia a las personas, sólo revela quiénes
verdaderamente son”. A partir del 2006 hasta el 2015 nuestra sociedad es una hoya
que se cocina con nuevos condimentos. Existen nuevos ricos gracias a los contratos
del gobierno, y los que eran ricos ahora son más ricos. Hay nuevas personas con
poder por medio de la descentralización del gobierno. El pobre despierta gracias a la alfabetización y la reducción
de la pobreza; desinformación de los medios; sabatinas del gobierno. El rico ya no es el único. La clase media trepa de cualquiera forma para alcanzar el poder. Aquí los partidistas se cambian de color de camiseta sin importar las convicciones. Se vive un cambio de época y pensar en totalitarismo con el buen vivir es algo muy ambicioso. Aquí se gesta el fenómeno social del conflicto existente. El verdadero ecuador se muestra realmente.
Ecuador va por buen camino y solo la educación entregará un nuevo piso
de sociedad, a la altura de la que se construye hoy
Felicitaciones a;
Los ecuatorianos sin color político que trabajan duro día a día y disfrutan
del país, los extranjeros ajenos a nuestra historia que aman lo que tenemos, los
nacidos del 2000 en adelante que son quienes ven un ecuador distinto, los becarios
en todo mundo que traerán nuevas ideas y forma de gobernar y por último los migrantes
héroes que sostuvieron el país en la peor crisis de nuestra historia.
Sin caer en generalidades
Freddy Moreno Minda
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